Columna

Satisfacción o culpa, una elección diaria como mamá

Hacerle frente a los retos profesionales y personales nunca había sido tan desafiante; sin embargo, cada vez existen más herramientas, consejos y fórmulas que puedes seguir para cumplir con estos roles. Aquí te comparto algo de lo que a mí me ha servido y funcionado.
viernes, 5 de mayo de 2023 · 17:44

No, nadie dijo que sería fácil, pero no por ello es imposible. Ser mamá es uno de los retos más grandes y a veces la ecuación se complica cuando quieres continuar con tu crecimiento profesional. Las expectativas son altas, la necesidad de cumplir con ambos roles a la perfección parece ser una prioridad elemental, las mujeres estamos cada vez más expuestas gracias a las redes sociales y, por supuesto, es normal que te sientas sobrepasada por todo lo que se espera de ti.

Antes de cualquier otra cosa es importante que tomes en cuenta lo siguiente: no necesitas cumplir con las expectativas de nadie, sólo las tuyas. Eso es una gran noticia, porque serás tú quien ponga las reglas de tu crecimiento, los pasos que llevarás a cabo para conquistar tus metas y los objetivos con los que sortearás, bajo tus propios términos, el reto de ser mamá y empresaria.

Tu vida profesional es importante

Por supuesto que lo es, pero eso no quiere decir que tengas que someterte a una competencia exhaustiva con tus colegas, amigas y otras mujeres. Entiendo que hay un panorama en el que necesitas demostrar tus capacidades, sobre todo frente a quienes han decidido no tener hijos, pero eso no deben representar una amenaza, sino la chispa que te despierte todos los días para dar lo mejor de ti, por ti, por tu familia y por tu comunidad.

La responsabilidad será más grande, sí, pero así de satisfactorias serán las victorias que tengas en el camino. Habrá cansancio, frustración, un ajuste en tu situación financiera, seguro te encontrarás con hijos más demandantes y menos tolerantes a la frustración, etc. Estas no son amenazas, sino realidades. La maternidad es muy retadora, sobre todo si quieres estar presente con tus hijos y al mismo tiempo cumplir con todas tus responsabilidades en tu negocio, pero claro que hay manera de lograrlo.

Enfoca tus prioridades como mamá. Ahora, recuerda que no sólo eres mamá, eres una mujer que debe definir cómo y desde dónde quieres continuar tu crecimiento profesional y personal. Si decides hacerlo desde casa, ¡felicidades! Ten por seguro que estarás mejorando tu núcleo y tendrás muchas oportunidades de continuar con tu capacitación. Ahora bien, si decides hacerlo desde tu negocio, ¡felicidades igualmente! Tendrás una responsabilidad tremenda con aquellas mujeres que, como tú, buscan crecer y desarrollarse. Tú serás quien tome su mano y las impulses.

Dale la vuelta a la frustración. Ser mamá y empresaria viene con una carga importante de momentos en los que te sientas poco suficiente, pero hay maneras de canalizar esa frustración en un plan de vida a corto plazo para implementarlo en el mediano plazo. Ya sea que trabajes como ama de casa o en tu negocio, necesitas ver cada día como un reto de crecimiento. Todo lo que inviertas en tu desarrollo dará frutos tarde o temprano, lo importante es que no te mantengas en pausa y definas cómo quieres superarte.

No te sientas mal por quedarte en casa. Si tomaste la decisión de ser ama de casa y estar completamente dedicada a tu familia, tienes mucho que aportar. Aunque no lo creas, puedes ser una gran fuente de apoyo para quienes lo necesitan, además de que tendrás más tiempo para capacitarte y más tiempo de conexión con tus hijos, podrás desarrollar habilidades para continuar con tu plan de productividad a corto, mediano y largo plazo. Tienes la responsabilidad de pensar qué te aplauden los demás que haces muy bien, ya que esa puede ser una idea de negocio que puedas iniciar desde tu hogar. Recuerda que, sin importar tu situación, tienes mucho que regresar a tu entorno que sea de utilidad.

Olvida la culpabilidad si trabajas de tiempo completo fuera de casa. Sé que es más fácil decirlo/escribirlo que hacerlo, pero debes entender que no hay un equilibrio y que, por lo tanto, a veces estarás más tiempo fuera de casa y otras veces estarás más conectada con tus hijos. Para ello, es fundamental que estreches los vínculos de comunicación con ellos, que les hagas entender qué es lo que estás haciendo y con qué propósito para que no se sientan abandonados. Con el tiempo te darás cuenta de que la balanza se ajusta solita; no es que estés bien o mal, simplemente son etapas que formarán parte de tu desarrollo y el bienestar de tu familia.

Cómo hacerle frente al reto de ser mamá y empresaria

1. Lo primero que tienes que hacer es equipo, ya sea con tu pareja o con tu red de apoyo más cercana. Recuerda que no estás hecha para hacerlo todo sola y tener la oportunidad de encontrar ayuda en tu círculo será fundamental para que continúes con tu crecimiento.

2. Ahora bien, no olvides celebrar tus logros y victorias. Compártelos con tu familia, con tus hijos, con tus papás, con aquellos que son los más importantes para tu vida. Hazlos partícipes de todo lo que te sucede, ya que tus metas cumplidas también serán de ellos.

3. No te olvides de ti. Respeta tu individualidad y no la anules. Tu crecimiento personal también es importante para que todo lo demás funcione.

4. Encuentra tu tribu. Ese equipo donde puedas ser tú, donde puedas compartir tus sueños y frustraciones, tus días buenos y malos. Encuentra a ese equipo que te impulse y en el que también te sientas protegida.

Nunca abordes el tema de tu crecimiento desde el miedo, sino desde la oportunidad. El camino no es sencillo, pero es tremendamente satisfactorio. Además, el mundo necesita más mujeres como tú. ¡Feliz día, mamá!