Día Mundial de la Adopción

Adoptar: un acto de amor o valentía

La adopción como un acto transformador de amor.
lunes, 27 de noviembre de 2023 · 10:45

La adopción es una forma de crear una familia que implica mucho amor. Es un paso muy importante que cambia su vida y la del adoptado. Está ofreciendo su corazón, su hogar y su apoyo a un ser humano que necesita una oportunidad de crecer y ser feliz. Está demostrando una generosidad y una solidaridad enorme, que merecen ser reconocidas.

La adopción es un tema que se oculta por diferentes razones. Una de ellas es el tabú que existe en torno a esta práctica, lo cual impide que haya transparencia tanto para los adoptantes como para los adoptados. El temor a los prejuicios que la sociedad pueda tener hacia las personas involucradas en este proceso.

La adopción es un secreto a voces: toda la familia, amigos cercanos e incluso vecinos saben que ese bebé llegó de repente. Saben que esos padres adoptaron, y no es que finjan al comportarse con el adoptado como tal, sino que protegen la identidad de esa familia. Ellos han sido testigos de lo mal que la pudieron haber pasado por no ser padres, y al ver la felicidad de una nueva familia, también la disfrutan al máximo.

Por otro lado, está la discriminación que sufren las mujeres que no pueden ser madres de forma natural, por causas biológicas o personales. Estas mujeres se enfrentan a la presión social, a los estereotipos y a los prejuicios que cuestionan su feminidad, su capacidad y su deseo de ser madres. Muchas veces, se sienten incomprendidas, culpables o frustradas por no cumplir con el modelo tradicional de maternidad. Otras veces, cuando ya tienen hijos propios y deciden adoptar se ven obligadas a ocultar o justificar su decisión por miedo al rechazo o a la crítica.

La elección de ser madre adoptiva no es una opción de segunda, sino una forma legítima de crear una familia. El duelo por la maternidad biológica es también un proceso complicado que implica aceptar la pérdida de un proyecto de vida y construir uno nuevo, basado en el amor y no en la sangre. Son madres, sin adjetivos ni condiciones.

Es necesario cambiar la forma de ver y de hablar de la adopción. Es necesario reconocer que es un acto de elección consciente, que no tiene nada que esconder. Es necesario respetar y apoyar a las familias adoptivas, que han elegido dar lo mejor de sí mismos a un ser desconocido. Es necesario también ayudar y acompañar a los adoptados, que tienen derecho a conocer su historia, a expresar sus emociones y a sentirse orgullosos de su identidad.

Un último desafío que hay que afrontar es la revelación del secreto de la adopción, que es el momento en que el adoptado se entera. Este momento puede ser traumático o liberador. La adopción debe ser un tema abierto y natural, del que se pueda hablar en cualquier momento, y que el niño o la niña sepa desde pequeño que es adoptado, sin que esto signifique un problema o una amenaza.

Lu Vallejo: El secreto de familia mejor guardado

Lu Vallejo es uno de los muchos casos en las familias mexicanas en los que los padres biológicos buscan una alternativa para dar una mejor oportunidad de vida.

Su familia adoptiva, fue la más amorosa, nunca nadie la daño con algún comentario hiriente. Fue por ella misma, en conversaciones distantes que empezó a sospechar, más tarde se dio cuenta de que no tenía el mismo tipo de sangre que sus padres. Entonces empezó a atar cabos y se dio cuenta de que lo que ella intuía, era cierto: que no era hija biológica, que era adoptada.

Foto: Cortesía

“Esto, al principio, me generó muchas dudas, sin embargo, todas las dudas que podía tener; se terminaron al preguntarle directamente a mi mamá; y cuando escuché esa historia tan real, donde a mi madre se le iluminaron los ojos diciéndome: "y fuimos por ti al hospital el mismo día que naciste; con mucha ilusión compré toda la ropa especialmente para ese momento y tu papá fue el que decidió cómo decorar tu recámara para tu llegada.”

Entonces, viene ese primer momento, que ella se cuestiona “Si no fue suficiente, ¿Su nacimiento no valió lo suficiente para que sus padres lucharan por ella?”

“Cuando me di cuenta de que era adoptada, también reafirmé que nada había cambiado, seguía siendo la misma persona. Que mi identidad no dependía de mi origen, sino de mis valores, mis sueños y acciones. Que tenía mi propia historia, mi propia personalidad y mi propio futuro”.

Otro tema es el de no querer lastimar a quien con tanto amor te crio, es el claro ejemplo de cómo los hijos adoptivos pueden llegar a amar a sus padres adoptivos tanto o más que a los padres biológicos. Los padres son aquellos que te forman y te aman, no quienes te dan la vida.

“Tuve el mejor padre que la vida pudo darme, por eso nunca le revelé lo que sabía, quise salvaguardar su secreto por lealtad, pero más por amor.”

Sin embargo, a veces la adopción se oculta o se niega y esto puede generar una crisis de identidad, de confianza y de pertenencia, que puede afectar a todos los involucrados.

La adopción es un acto de amor y de valentía, que implica muchos beneficios y desafíos. Es una forma de crear una familia que no se basa en la biología, sino en la elección. Es un círculo virtuoso de personas que las une el amor.