Mujeres líderes

Malala Yousafzai, una mirada cercana en defensa de los derechos humanos

Malala Yousafzai visitó Monterrey y esto fue lo que pasó.
viernes, 29 de diciembre de 2023 · 14:30

El pasado 30 de noviembre, la activista pakistaní y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014, Malala Yousafzai, visitó Monterrey, Nuevo León, para participar en la Primera Cumbre Internacional para el Desarrollo y los Derechos Humanos. El evento fue organizado por Mari Rouss, Directora de Inclusión y Diversidad en Hogan Lovells y la Secretaría de Igualdad e Inclusión de Nuevo León.

Su presencia se dio en un momento en que México enfrenta graves desafíos en materia de derechos humanos, que han generado un intenso debate a nivel nacional e internacional. A pesar de los esfuerzos realizados, persisten preocupaciones en torno a la violencia, la impunidad, la discriminación y la falta de acceso a la justicia.

La visita de Malala Yousafzai a México ha sido un llamado de atención para fortalecer los derechos fundamentales de las personas en el país. La activista pakistaní destacó la importancia de abordar cuestiones clave como la situación de los desaparecidos, la violencia de género, la atención a los niños con cáncer y otros temas emblemáticos que requieren una atención urgente.

Durante el evento se llevaron a cabo diversas ponencias y paneles que abordaron la responsabilidad colectiva de los gobiernos en la garantía de acceso a los derechos fundamentales, con especial énfasis en la dignidad, igualdad e inclusión para mujeres y niñas. 

En el panel "Liderazgo Empresarial con Perspectiva de Género", Rosevelie Márquez, Terry Gutiérrez, Michelle Ferrari, Sandra Gamboa y Fernanda Guarro, compartieron sus experiencias como exitosas mujeres empresarias. Además, el panel "El deporte como herramienta de cambio" ofreció la perspectiva inclusiva de Mario Santana, atleta paralímpico, Eva Espejo, primera entrenadora campeona del fútbol mexicano con el club Rayadas, y Marisol Rodríguez, directora de impacto social de club Tigres. También se destacaron las poderosas palabras sobre los derechos humanos de las mujeres en el panel “En comunidad somos más fuertes” con Israel Gonzáles, la intervención de Olimpia Coral Melo en la promoción de la Ley Olimpia contra la violencia digital, así como la importancia de invertir en el desarrollo personal y el papel crucial de la iniciativa privada en el desarrollo de programas para brindar oportunidades de movilidad social. Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta, resaltó la importancia de los derechos humanos como base de cualquier política pública. Michelle Rodríguez, la actriz que desafió los estereotipos de belleza en la televisión, nos habló del valor de ser uno mismo. 

Participé dentro del panel Desarrollo y Crecimiento Personal, a lado de mujeres increíbles, a quienes admiro mucho y que están liderando y transformando sus sectores: María Ariza, Adriana Elizabeth Perea Schneider, Luciana Herrmann, Sandra Monroy y Pau Cantú.

Durante mi intervención enfaticé que la mejor inversión que podemos hacer es invertir en otras mujeres, dando mentorías, abriendo espacios dentro de los corporativos de alta dirección, dando visibilidad al talento de otras y ser un engrane entre sí, para seguir aprendiendo y creciendo exponencialmente, para así lograr disminuir la brecha de género.

Estas reflexiones y testimonios resaltan la necesidad de seguir trabajando en pro de la equidad y la justicia social. Esta diversidad de voces demostró que en México sí habemos quienes a través de su trabajo diario y sus convicciones estamos trabajando en hacer respetar los derechos fundamentales, y generando un impacto positivo en nuestra sociedad. 

Mi experiencia al conocer a Malala, fue verdaderamente reveladora, pude verla y sentirla de una manera humana y cercana, dejó en mí una profunda reflexión. Más allá de su figura como premio Nobel y defensora de la educación alrededor del mundo, dejó ver que al final del día, como mujer, madre, hija y amiga, tenemos intereses, miedo y sueños. Esta humanidad en ella me inspiró a reconocer que no hace falta ser una figura mundialmente reconocida para no callar ante la injusticia, y que cada uno de nosotros, mujeres y hombres, podemos contribuir, juntos, a marcar la diferencia en nuestra comunidad.